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Joan Albert Arqués explicó que la constructora Benito Arnó, el año 2014, incrementó la facturación por primera vez desde el inicio de la crisis, en concreto en un 5%, hasta 58 M €, lo que podría representar que el sector ha tocado fondo. La compañía ha comenzado a crear empleo de nuevo, «aunque sea con cifras modestas», y cuenta en estos momentos con una plantilla de 260 trabajadores. «Es nuestra mayor satisfacción, poder empezar a contratar personal», afirmó, asegurando que «la facturación crece menos que el empleo» en porcentaje.

La mejora de sus resultados son consecuencia de la diversificación de clientes. «La obra pública no ha crecido, pero nos hemos abierto a mercados de otro tipo», explicó en referencia a la obra privada. De cara a este 2015, considera que las perspectivas «no son malas», después de los años de crisis «con cierres de empresas en el sector y un mercado que se ha hecho más pequeño».

Actualmente Arnó no tiene dependencia de una administración o cliente concreto ya que trabaja tanto para la Generalitat, como para la administración central o otros, y que ninguno de sus clientes no representa más de un 10 ó 15 por ciento de la facturación total.

La apuesta de Arnó por la diversificación incluye otros negocios aparte de la construcción, como es el caso del vitivinícola, con su marca Lagravera, y el Gimnasio Ekke en Lleida.

(abstracto de la noticia)

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