Las marcas viales no surgieron a la vez que las carreteras. Ahora las echaríamos de menos e incluso, la falta de estas marcas en nuestras vías daría lugar a conflictos y accidentes.

Cuando se comenzaron a construir las primeras carreteras y vías de comunicación en Roma, circulaban por ellas, principalmente, animales y personas. El tránsito aunque fuera abundante no requería de un marcado especial sobre las vías, apenas hitos para marcar la distancia a la capital, Roma. Sin embargo, se cuenta que el s XIV con motivo del primer año jubilar, la gran afluencia de peregrinos obligó a buscar una solución para separar el tráfico de personas del de carros y se optó por pintar una línea para dividir al vía en dos.

No obstante, este hecho no significó que a partir de entonces se comenzaran a pintar líneas en las carreteras, ni para separar el tráfico ni para organizarlo. No consta que hasta 1912 se utilizaran marcas viales en las carreteras de forma habitual, y parece ser que fue ese año en Michigan cuando un médico que tenía que realizar visitas en diferentes localidades pintó él mismo una línea blanca para mejorar la visibilidad de la vía por las noches.

En España, se dice que no comenzaron a aparecer estas marcas hasta los años 60, pero parece ser que hay fotografías anteriores a esta época en las que se ven carreteras pintadas, así que no está claro quién ni cuándo comenzaron a utilizar las marcas viales en las carreteras españolas.

Actualmente, no concebimos una autopista, ni una incorporación sin que unas líneas blancas determinen los carriles o quién cede el paso a quién, por ejemplo. Las marcas viales constituyen elementos de seguridad imprescindibles en nuestras vías y como tales, reducen el número de conflictos y accidentes en las carreteras, por eso es tan importante mantenerlas en buen estado y que cumplan los estándares.

Os dejamos con un vídeo de un trabajo de pintura en una obra reciente enre Verdú y Sant Martí de Maldá (ver proyecto):